PEDIDA DE MANO JUAN Y DIANA
Hola amigos.
Hoy quiero compartir con ustedes una historia muy especial que me tocó vivir hace poco, y que de verdad me llenó de alegría y emoción.
Hace no más de un mes, recibí un mensaje de Juan, un chico muy ilusionado y nervioso porque quería hacerle una pedida de mano inolvidable a su novia, Diana.
Juan no sabía muy bien cómo organizarlo, aunque tenía algunas ideas de lugares en mente, pero necesitaba ayuda para coordinar todo.
Desde el primer momento, Juan me transmitió mucha ternura y bondad. No es frecuente encontrarse con personas que desean dar todo por su pareja y que se preocupan tanto por hacerlas felices.
Comenzamos a planificar la pedida de mano con mucho entusiasmo, aunque teníamos poco tiempo para organizarlo todo. Ellos iban a viajar a Málaga y todo tenía que estar listo para ese momento. El día señalado, el 30 de junio de 2024, una limusina los recogió en su alojamiento.
Durante el paseo, brindaron con cava y pudieron relajarse un poco. Diana no sabía nada, ya que Juan le había tapado los ojos para mantener la sorpresa.
Al llegar al lugar de la pedida, un hermoso jardín, Juan y su hijo estaban esperándola en un templete decorado.
Algunos familiares cercanos, que también habían sido sorprendidos con la invitación, estaban alrededor del pasillo, sosteniendo bengalas y creando un ambiente mágico.
Cuando Diana llegó, le entregaron un ramo de 28 rosas rojas, una por cada día 28 de su aniversario.
El momento fue precioso: Juan le leyó una carta llena de amor a Diana y, al final, le hizo la gran pregunta: "¿Te quieres casar conmigo?"
Cuando ella respondió con un emocionado "Sí, quiero", se lanzaron humos de color rojo y fuegos fríos que inmortalizaron el momento. Se fundieron en un beso y un abrazo junto a su hijo, con lágrimas de felicidad en sus ojos. Todo esto acompañado por la música de un pianista, que hacía el momento aún más romántico.
La decoración estaba llena de rosas rojas, letras que formaban la palabra "LOVE" iluminadas, y un camino de velas que daban al jardín un toque mágico. Después de la pedida, cenaron en el jardín, disfrutando de una noche romántica.
Finalmente, la limusina los llevó de vuelta a su alojamiento, cerrando una noche magnífica y súper bonita.
Para mí, fue un honor ayudar a Juan y Diana en este momento tan especial. Hay personas que te hacen sentir como en familia y ellos, sin duda, fueron una de esas personas.
Les deseo todo lo mejor y que sepan que cuentan conmigo para lo que necesiten.
Como vosotros decíais y que era vuestra frase especial: "Hoy, mañana y siempre".
Como vosotros decíais y que era vuestra frase especial: "Hoy, mañana y siempre".
Un abrazo fuerte,
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